YO NO ME LLAMO NEGRITA…

19.06.2012 22:38

Por: Marcelina López Santos

Docente I.E Villa Del Socorro

Presidente  de AAFROPARME

“El sonido más hermoso e importante para una persona es el de su nombre propio.” (Arenas)

Con frecuencia he escuchado que los niños construyen  las bases de su existencia durante los primeros siete años de vida, puesto que es allí donde se forma la conciencia moral y lo escuche por última vez de los labios de la doctora Elizabeth Castillo Guzmán durante “El Segundo Foro Nacional sobre cátedra Afrocolombiana desarrollado en Medellín en junio de 2012, cuando daba una conferencia sobre…  ¡Por qué llamar a los niños por su nombre y muy especialmente   los niños afrodescendiente en nuestra patria!.

¿Pero… porque se hace tan importante reconocer y llamar a cada uno por su nombre desde la infancia y en especial los niños afrodescendiente? Bien, se ha de saber que el nombre como se denomina, en derecho,  atribuida a la persona, es considerado uno de los derechos  fundamentales del hombre, desde su nacimiento,[ ]éste integra a el individuo durante toda a su existencia y aun después de su muerte continua identificándolo.  Está compuesto de nombre y apellido y es parte de la personalidad.

 

 

El nombre del individuo tiene las funciones de particularización o individualización por la cual apenas sólo aquella persona pueda ser reconocida con aquel nombre; y de identificación, donde el nombre tiene una atribución social que permite identificar, por un nombre, el individuo que posee.

El nombre civil  se supone  para toda la vida del individuo como registro de su existencia. Por su importancia primordial, es objeto de varias garantías, como: Inmutabilidad, imprescriptibilidad, inalienabilidad, inestimabilidad, y finalmente, a intransmisibilidad.

Llamar a las personas por su nombre provoca una reacción positiva porque para cada uno de nosotros el nombre que llevamos es el más bello e importante entre todos los demás. Sucede esto no por el nombre mismo sino porque el escuchar que otra persona nos llama por nuestro nombre propio conlleva una alta carga de emotividad pues supone que para la otra persona somos importantes.

El ser recordado por su nombre propio, es algo que las personas agradecen con calidez y es un magnífico primer paso para cultivar y mantener excelentes relaciones interpersonales.

Cuando alguien aparentemente desconocido te llama por tu nombre, te hace sentir más feliz; cuando estas en la calle y escuchas  repentinamente que alguien te saluda por tu nombre, una voz interior se despierta y te recuerda “¡Ei, ése te conoce! Eres alguien, eres tú.”. Levantas la mirada, dibujas una sonrisa y devuelves el saludo. En ese preciso instante, te sientes mejor. Alguna persona dentro de esa gran masa que va a la suya te conoce, y además, se acuerda de tu nombre. (Sánchez, 2011)

Es hora de que dejemos de ser individuos ánimos que comparten los mismos espacios, se sirven unos a otros y al final de la jornada sólo ha sido eso una actividad carente de afecto, de sentimiento porque ni una sonrisa ha brotado para alegrar la existencia y es eso lo que estamos transmitiendo a nuestros niños y niñas a nuestra juventud y en eso estamos equivocados,  si queremos que exista el autoreconocimiento hay que iniciar por darlo y se da desde la infancia llamando y reconociendo a cada uno por su nombre, sólo de esta forma cada uno de los individuos afrodescendiente se sentirán orgullosos de ser lo que son y no tendrán reparos en reconocerlo porque nunca se han sentido ridiculizados.

En el transcurrir del cotidiano es frecuente escuchar personas en diferentes espacios haciendo uso de expresiones como:

“Que negrito, negrita tan lindo”  cuan do se refieren a un recién nacido,  “Aquel negrito de la esquina” “la negra que se ubica siempre en el extremo derecho”  son frases frecuentes utilizadas en los ambientes escolares;  “negra que necesita” es la expresión que escuchó doña María durante un año en la legumbrería que hacia sus compras hasta que tomó conciencia y decidió no volver. “oiga dígale a esa negra que se acerque” típico escucharlo en la calle, es el pan de cada día, no te preocupes es común, pero lo que es más sorprendente es escuchar las respuestas que se dan cuando se interrogan a estas personas acerca de este comportamiento, “es que se lo digo por cariño”  y  he aquí el siguiente interrogante ¿ el cariño admite que se le niegue el derecho a cada uno de estas personas a ser llamados por su nombre y que se pierdan la oportunidad de experimentar, sentir y despertar sensaciones auditivas y afectivas cuando cada una de las silabas de su nombre dejan de ser simples letras y se transforman en la melodía más singular y armónica que han podido rosar sus oídos?

 Es hora de que Antioquia se una la campaña que lidera Bogotá en el momento y que cada uno de los afrodescendiente que aun escuchan con frecuencia la palabra negro o negra en reemplazo de su nombre respondan con respeto y ecuanimidad yo no me llamo negrito, yo no me llamo negrita mi nombre es …

Es hora de que los infantes afrodescendiente sean reconocidos por su nombre para que obre en ellos y en ti la  transformación que  Jesús hizo en cada uno de sus hijos cuando pronunció su nombre, Jesús llamó a  simón pedro y le comunicó amor tras la triple negación (Jn 21, 15); llamó por su nombre a Marta y le hace ver lo verdaderamente importante (Lc 10, 41); “¡Lázaro!” gritó, y su amigo difunto se llenó de vida; igualmente, al oír su nombre, Zaqueo cambió de vida y María la Magdalena pasó de la tristeza más honda a la alegría más grande. Es verdad que quien hablaba era la Palabra eterna y todopoderosa, pero también es cierto que la transformación vital comenzó en cada persona al oír su nombre. (Ortega, 2010)

Llamando a cada persona por su nombre, le estamos reconociendo inmediatamente su dignidad de persona, su singularidad, su identidad. La sacamos de una sopa de letras, del anonimato impersonal, de unos pronombres - mal llamados en este caso, personales – “tú” o “usted” y le comunicamos la base de la caridad que es el conocimiento y el aprecio personal.

El nombre es un componente esencial del ser humano, es un fragmento de su alma, el nombre, constituye una marca importante en la subjetividad de cada uno de nosotros, pues puede estar cargado de deseos inconscientes que pertenecen a la trama familiar. (mujerhoy.com)

el nombre propio se hunde en los orígenes de nuestra subjetividad. Antes de saber quiénes somos nos llaman ya por nuestro nombre. Éste nos marca para toda la vida sin que hayamos participado en la elección. Lo deciden nuestros padres de acuerdo con sus gustos personales o sus necesidades. Entonces… ¿por qué no usarlo?

Hay que seguir el ejemplo de Juan Pablo II, cuando   introduciendo una charla que iba a dar a unos jóvenes sobre la vocación, decía: "Quisiera encontrarme con cada uno de vosotros personalmente, llamaros por vuestro nombre, hablaros de corazón a corazón de cosas extremadamente importantes, no sólo para vosotros individualmente, sino para la humanidad entera". Lo que  en ese entonces quiso el papa expresar con sus palabras es lo que deseo que reflexionen, no importa lo distante, el desconocimiento del uno y el otro, lo que importa es que estamos aquí y ahora, que compartimos un mundo, una historia , una vida y debemos hacerlo en armonía con la plena convicción que somos únicos  pero siempre iguales en todo sentido y como tal debemos aprender a convivir y a trabajar unidos para alcanzar objetivos comunes que  beneficien a todos; sólo cuando entendamos eso aprenderemos que nuestras diferencia más que alejarnos , nos unen  y estaremos dispuestos a aportar el grano de arena que se necesita para poder contar con futuros ciudadanos afrodescendiente libres de estigmas y de vergüenza por lo que son y fueron sus antepasados,( porque pareciera ser que la humanidad a través de la historia sólo se ha concentrado en lo malo  de lo sucedido y se ha dejado de lado lo bueno) y a Partir de ahí construir una nueva historia.

Referencias

  1. Nombre civil: un derecho fundamental, CARMO, Suzana J. de Oliveira, en Direitonet, buscando el 7 de julio de 2007, 11:37
  2. Nombre civil: un derecho fundamental, CARMO, Suzana J. de Oliveira, en Direitonet,buscando el 7 de julio de 2007, 11:37
  3. Arenas, J. (s.f.). Herramientas de productividad. Recuperado el 12 de 06 de 2012, de https://www.herramientasdeproductividad.com/el-nombre-propio-su-importancia-en-las-relaciones-interpersonales/
  4. mujerhoy.com. (s.f.). Recuperado el 2012 de 06 de 2012, de https://www.hoymujer.com/ser-madre/problemas-resueltos/importancia,nombre,hijo,23222,02,2007.html
  5. Ortega, M. (28 de 10 de 2010). Intereconomia. Recuperado el 16 de 06 de 2012, de https://www.intereconomia.com/blog/barca-pedro/llamar-las-personas-nombre
  6. Sánchez, R. (2011). Una vida sencilla. Recuperado el 16 de 06 de 2012, de https://www.unavidasencilla.com/es/2011/01/saludando-por-su-nombre/